Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes.
2 Tesalonicenses 3:16
El apóstol Pablo, después de instruir a los tesalonicenses sobre como amonestar a los que no quieren trabajar y a los que no les gusta obedecer, cosa que la gran mayoría de las veces resulta ser poco agradable, se despide con una bella bendición: «Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias.»
Hay quienes están alegres cuando todo sale bien. Cuando las cosas comienzan a salir mal o como no las esperaban, reaccionan negativamente y se molestan o se deprimen. Esto es depender de las circunstancias. El hijo de Dios no depende de las circunstancias. Por el contrario, salgan las cosas bien o mal, el hijo de Dios mantiene una actitud de alegría y paz porque la alegria y la paz vienen de Dios.
Que bendición poder contar con una paz que nunca cambia y siempre está disponible independientemente de las circunstancias que nos rodeen.
Yo tambien deseo bendecirlos como lo hizo Pablo con los tesalonicenses:
Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias.
Nueva Versión Internacional (NVI)
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